Rosa es la Secretaria del Patronato de la Fundación UNES, pero en realidad, si tuviéramos que buscar un apodo que definiera su labor dentro de la fundación, la llamaría: “locomotora”, “punta de lanza”, “fustigadora de conciencias” y muchas cosas más, siempre que la retrataran como mujer incansable y totalmente rendida a la solidaridad.
No solo está siempre dispuesta a apoyar cualquier iniciativa que ayude a financiar los proyectos de la fundación, sino que encabezará y promoverá cualquier actividad que permita recaudar fondos o administrarlos, para que no se pierda ni un céntimo.
Si Rosa no fuera miembro activo de la Fundación UNES, tendríamos que inventárnosla, porque, sin ella, correríamos el riesgo de acomodarnos a lo ya conseguido, y ese no es nuestro espíritu ni lo que nos ha movido hasta ahora.
Es una persona discreta que acostumbra a moverse en un segundo plano, pero, los que la conocemos bien, sabemos que nadie la va a ganar en constancia y que perseverará hasta conseguir el objetivo que se haya propuesto, así que tiene muchas más condiciones de liderazgo de las que ella estaría dispuesta a reconocer.
Gracias Rosa, por estar siempre ahí.